Arrendar una propiedad es un paso importante tanto para propietarios como para inquilinos, y contar con un contrato de arriendo bien estructurado es fundamental para evitar malentendidos y proteger los derechos de ambas partes. Aunque pueda parecer un documento complejo, la realidad es que elaborar un contrato de arriendo simple no requiere conocimientos legales avanzados. En Chile, la ley establece ciertos requisitos mínimos que deben cumplirse, pero con la información correcta y las herramientas adecuadas, cualquier persona puede crear un documento válido y funcional. En esta guía te explicaremos paso a paso todo lo que necesitas saber para redactar un contrato de arriendo que sea claro, completo y legalmente válido.
¿Qué es un Contrato de Arriendo y Por Qué es Importante?
Un contrato de arriendo es un acuerdo legal entre el propietario (arrendador) y el inquilino (arrendatario) que establece las condiciones bajo las cuales se cede el uso temporal de una propiedad a cambio de un pago periódico. Este documento es mucho más que una formalidad: es la herramienta que protege tus derechos y define claramente las responsabilidades de cada parte.
En Chile, la Ley N° 18.101 regula los contratos de arrendamiento de predios urbanos, estableciendo un marco legal que garantiza seguridad jurídica tanto para dueños como para arrendatarios. Contar con un contrato escrito te permite resolver disputas, demostrar acuerdos ante terceros y tener claridad sobre aspectos cruciales como el monto del arriendo, la duración del contrato y las condiciones de término.
Elementos Esenciales que Debe Contener tu Contrato
Identificación de las Partes
El primer componente fundamental es la identificación completa de arrendador y arrendatario. Debes incluir nombres completos, RUT o número de pasaporte (en caso de extranjeros), estado civil y domicilio de ambas partes. Si el arrendador actúa mediante un representante o corredor, esta información también debe quedar registrada.
Descripción Detallada de la Propiedad
Especifica con precisión la dirección completa del inmueble, incluyendo comuna, calle, número, departamento o casa. Es recomendable agregar el rol de avalúo fiscal y una breve descripción de las características principales: cantidad de dormitorios, baños, estacionamientos, bodegas y cualquier área común incluida.
Monto y Forma de Pago del Arriendo
Indica claramente el valor mensual del arriendo en pesos chilenos, la fecha de pago (generalmente los primeros cinco días de cada mes), y el método de pago acordado. También debes especificar si el valor incluye gastos comunes o si estos se pagan por separado, y cómo se realizarán los reajustes anuales según IPC u otro índice acordado.
Plazo del Contrato
Define si el contrato es a plazo fijo (especificando la fecha exacta de inicio y término) o indefinido. Recuerda que en Chile, los contratos de arriendo habitacional tienen una duración mínima de un año según la ley, incluso si se pacta un plazo menor.
Cláusulas Adicionales Importantes
Garantía o Depósito
Establece el monto del depósito de garantía (generalmente equivalente a uno o dos meses de arriendo) y las condiciones para su devolución al término del contrato. Es fundamental detallar que este monto será devuelto descontando eventuales deudas o daños no atribuibles al desgaste normal.
Destino de la Propiedad
Especifica claramente que el inmueble se arrienda exclusivamente para vivienda familiar y que no puede destinarse a actividades comerciales sin autorización previa por escrito del arrendador.
Responsabilidades de Mantención
Define quién será responsable de las reparaciones menores y mayores. Generalmente, el arrendatario se hace cargo del mantenimiento regular y pequeñas reparaciones, mientras que el propietario asume las reparaciones estructurales importantes.

Pasos para Formalizar tu Contrato de Arriendo
Paso 1: Redacción del Documento
Puedes utilizar plantillas disponibles en línea, servicios de plataformas digitales como uHomie.cl que ofrecen contratos prediseñados, o contratar a un abogado si prefieres asesoría personalizada.
Paso 2: Revisión Conjunta
Antes de firmar, ambas partes deben leer detenidamente el documento completo. Es el momento de aclarar dudas, negociar términos y asegurarse de que todo está correcto.
Paso 3: Firma del Contrato
El contrato debe firmarse por duplicado o triplicado, quedando un ejemplar para cada parte. Actualmente, la firma electrónica avanzada es completamente válida en Chile, lo que permite formalizar arriendos de manera 100% digital.
Paso 4: Legalización ante Notario (Opcional)
Aunque no es obligatorio, legalizar las firmas ante notario otorga mayor certeza jurídica y facilita procesos legales futuros si fueran necesarios.
Ventajas de Digitalizar tu Contrato de Arriendo
La tecnología ha revolucionado el mercado inmobiliario chileno. Plataformas como uHomie.cl permiten crear, personalizar y firmar contratos de arriendo de manera completamente digital, con validez legal gracias a la firma electrónica avanzada. Esto reduce tiempos, elimina papeleos innecesarios y permite que tanto chilenos como extranjeros puedan formalizar arriendos desde cualquier lugar.
Además, contar con documentos digitalizados facilita el almacenamiento, la búsqueda y el respaldo de información importante. Ya no necesitas preocuparte por extraviar el contrato físico o acudir presencialmente a múltiples oficinas.
Errores Comunes que Debes Evitar
Uno de los errores más frecuentes es no especificar claramente las condiciones de término del contrato, lo que puede generar conflictos al momento de desocupar. También es común olvidar incluir cláusulas sobre mascotas, subarriendos o modificaciones a la propiedad, aspectos que luego generan disputas.
Otro error típico es no realizar un inventario detallado del estado de la propiedad al inicio del arriendo. Este documento, idealmente con fotografías, protege tanto al arrendador como al arrendatario al momento de evaluar posibles daños al término del contrato.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Es obligatorio hacer un contrato de arriendo por escrito?
Aunque la ley chilena no exige que todos los contratos de arriendo sean por escrito, es altamente recomendable hacerlo. Un contrato escrito facilita la prueba de los acuerdos, protege a ambas partes y es requisito indispensable si deseas acceder a beneficios como el subsidio de arriendo o realizar procesos legales formales.
¿Cuánto tiempo dura un contrato de arriendo en Chile?
La ley establece una duración mínima de un año para contratos de arriendo de vivienda, independientemente del plazo que las partes hayan pactado inicialmente. Después de este período, el contrato puede renovarse automáticamente o las partes pueden acordar un nuevo plazo.
¿Puedo usar un contrato de arriendo con firma electrónica?
Sí, absolutamente. La Ley N° 19.799 sobre documentos electrónicos y firma electrónica en Chile reconoce plena validez legal a los contratos firmados electrónicamente, siempre que se utilice firma electrónica avanzada. Plataformas certificadas como uHomie.cl cumplen con todos los requisitos legales para este tipo de documentación.
¿Qué pasa si no registro mi contrato ante el Servicio de Impuestos Internos?
Los contratos de arriendo deben declararse mensualmente ante el SII mediante el Formulario 29, pero no existe un «registro» obligatorio del contrato mismo. Sin embargo, el arrendador debe emitir boletas de arriendo y declarar estos ingresos. El incumplimiento puede generar multas y problemas tributarios.
¿Puedo modificar un contrato de arriendo ya firmado?
Sí, pero cualquier modificación debe realizarse mediante un anexo o addendum firmado por ambas partes. Este documento complementario debe hacer referencia al contrato original y detallar específicamente qué cláusulas se modifican, agregando las nuevas condiciones acordadas.
Crear un contrato de arriendo simple no tiene por qué ser complicado. Con la información correcta y las herramientas adecuadas, puedes proteger tus intereses y establecer una relación de arrendamiento transparente y beneficiosa para todos. La digitalización ha simplificado enormemente este proceso, permitiéndote gestionar todo desde tu smartphone con la misma validez legal que los métodos tradicionales.